Amor por los gatos
¿SabÃas que la ailurofilia es el amor a los gatos? SÃ, a esos pequeños que, aunque son superindependientes, nunca dejan de hacernos compañÃa.
El nombre ailurofilia proviene de las palabras griegas ailuros (gato), y philos (amor). En todo el mundo hay miles de personas que son amantes de los gatos. En homenaje a los bigotudos de la casa, en este artÃculo compartimos algunos datos curiosos sobre los felinos.
En promedio, los gatos gastan dos tercios del dÃa para dormir. Eso significa que un gato de nueve años de edad solo ha estado despierto durante tres años de su vida.
A diferencia de los perros, los gatos no tienen un diente dulce. Los cientÃficos creen que esto es debido a una mutación en un receptor clave del sabor.
Cuando un gato persigue a su presa mantiene su nivel a la altura de la cabeza.
Los gatos hacen unos 100 sonidos diferentes.
El cerebro de un gato, a diferencia del perro, es biológicamente similar al de un humano. Los seres humanos y los gatos tienen regiones idénticas en su cerebro que son responsables de emociones.
Existen más de 500 millones de gatos domésticos en el mundo.
Si bien es común pensar que los antiguos egipcios fueron los primeros en domesticar a los gatos, el gato más antiguo fue encontrado recientemente en una tumba de más de 9 500 años en la isla mediterránea de Chipre.
Durante la época de la Inquisición española, el Papa Inocencio VIII identificó a los gatos con el mal, y miles de felinos fueron quemados.
Durante la Edad Media, los gatos se asociaron con brujerÃa y, el dÃa de San Juan, la gente de toda Europa podÃa meterlos en sacos y tirarlos en hogueras. En los dÃas santos, la gente celebraba tirándolos desde las torres de las iglesias.
En América del Norte, los gatos son la mascota más populares. Existen más de 73 millones de gatos y más del 30% de los hogares posee un pequeño peludo de mascota.
El primer gato en el espacio era un gato francés llamado Felicette que viajó al espacio en 1963.
Un gato puede viajar a una velocidad máxima de aproximadamente 49 km por hora.
Un gato puede saltar hasta cinco veces su propia altura.